El cólera es una enfermedad que se adquiere a través de la ingesta de alimento o agua contaminados con la bacteria “Vibrio Cholerae”, o por el contacto con las heces de alguna persona que ya la padezca.
Este padecimiento causó estragos en el mundo durante el siglo XIX, especialmente en Europa oriental y central, así como en América. Presuntamente provino de la India y se cobró la vida de unas 300 mil personas.
El cólera estuvo erradicado casi en su totalidad durante muchos años, sin embargo la más reciente epidemia se registró en Haití a finales del año 2010. Desde allí la enfermedad se propagó -en menor escala- a República Dominica, lugar que fue visitado por los -hasta ahora 37- venezolanos infectados por esta bacteria.
Los síntomas de esta afección intestinal aguda son: evacuaciones diarreicas abundantes, nauseas, vómitos, decaimiento general y deshidratación. Si el paciente no es tratado en las primeras 24 horas en las que se presenta la enfermedad, ésta puede complicarse y llevar a la personas a la muerte, a consecuencia de una deshidratación extrema.
Algunas de las recomendaciones para evitar enfermarse de cólera son:
- Lavarse las manos con frecuencia, especialmente cuando se ha estado en la calle o se ha ido al baño.
- Procurar comer siempre en casa. En caso de no poder hacerlo, consumir únicamente alimentos cocidos.
- Consumir sólo agua potable apta para el consumo humano.
- Si utiliza agua filtrada, limpie los filtros con frecuencia, e inclusive hierva el líquido.
- Mantener la basura en recipientes con tapa, y evitar cualquier tipo de contacto directo con el cuerpo humano.
- En cuanto a la material fecal, mantener los baños limpios. Si se encuentra el lugar desprovisto de letrina, evitar defecar a ras del suelo.
- Lavar los alimentos (frutas y verduras) con agua y jabón. En algunos casos puede dejarlos durante unos cuantos minutos inmersos en agua y vinagre.
- Cocer o freír bien los alimentos. Si después de comer quedan sobrantes, taparlos para evitar que las moscas u otros insectos se paren sobre ellos.
- Evitar el contacto, director o indirecto, de alimentos cocidos con los crudos.
- No ingerir comida preparada o vendida en condiciones poco higiénicas.
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